No es que tenga una fijación especial con él pero sigo su blog por una cierta admiración personal, hacia su trabajo y su manera de enfocar las cosas.
Precisamente por eso, porque hay mucha gente como yo, ayer tuvo 64 comentarios a un post que daba “voz” a un comentario que él recibió sobre los catalanes. Casi todos los comentarios apuntaban hacia la incredulidad que habían sentido sus lectores al leer algo así en un blog como el suyo. No acostumbro a escribir comentarios en los blogs, pero ayer me salió del alma dejar un comentario.
Una vez recibido el alubión de comentarios y críticas, el señor Varsavsky ha rectificado y se ha disculpado por si alguien se había sentido ofendido porque él publicase ese comentario. También ha expresado, y recordado, que él no piensa igual que el autor del comentario. Eso demuestra mucho de él. Rectificar es de sabios y él lo ha hecho.
A pesar de este “capitulo”, estoy totalmente de acuerdo con él en que el blog es suyo y él puede poner lo que le apetezca, sienta o piense. Y a quien no le guste que lo lea. Eso no quita que la gente se sorprenda de leer algo así y comente su asombro. Creo que esa interactividad es buena y muy constructiva para el autor.
Por último, y al hilo de los post citados, aprovecho para comentar que pienso exactamente igual que el señor Varsavsky. El día que tenga hijos me esforzaré para que aprendan cuantos más idiomas mejor, y el inglés deberá ser un pilar básico dentro de su educación. Además de ser Catalán y de querer mantener la cultura catalana, acostumbro a ser muy práctico. Y esa practicidad me hace ver la cultura (en su amplitud) como algo que me enriquece sin prioridades (por una o por otra) y, sobretodo, sin rivalidades.
Por si alguien no ha leído estos post:
El catalán y los demás
El tema del catalán y el castellano segundo capítulo