Published by Agustín Martín on 30 May 2008
¿Quien se viene conmigo al Everest?
Vuelvo a escribir después de unas semanas horribles de historias de todo tipo. Asistir a cantidad de eventos, hacer de paleta durante varios fines de semana completos, ser “Presidente” de una entidad deportiva durante unos días, etc. Pero bueno, aquí vuelvo, al ataque.
Empiezo diciendo que la pregunta del título es metafórica. No tengo pensado ir al Everest ni mucho menos hacer el ascenso. ¿Y donde esta la metáfora? Me explico.
Con unos socios estamos hablando de hacer un nuevo proyecto. Le estamos dando vueltas al tema, estamos recogiendo información, decidiendo qué es lo mejor que podemos hacer, etc. El único problema que encuentro a todo lo que estamos haciendo es que ellos quieren ascender a Sierra Morena (¡que no esta nada mal!) y yo quiero ascender al Everest. Durante las reuniones intento expresarles y animarles a la “gran” ascensión porque ellos ya han ascendido a Sierra Morena (no sé si son conscientes de ello). Pero la verdad es que a veces me miran como si no fuese realista o como si fuese un error intentarlo.
Pero bueno, yo sigo y seguiré en mis treces. Intentaré hacerles pensar “en grande” porque creo que todos los que conformamos este nuevo proyecto tenemos experiencia y capacidad suficiente para intentar consolidar un gran proyecto. Me atrevería a decir que ellos están más preparados que yo, pero en este caso soy yo el que intenta convéncerles que Sierra Morena no debe ser suficiente. Eso no significa, por supuesto, que las cosas se tengan que hacer paso a paso. Fijemos las cotas de la montaña, los hitos a conseguir y empecemos a subir, pero al Everest .
He aquí un ejemplo más de mi vena idealista, esa vena que me hace verme capacitado para afrontar este tipo de retos donde con un poco de ayuda, mucha pasión y trabajo, salen las cosas adelante. ¿Será por eso que me gusta tanto ese anuncio en el que el niño dice aquello de ‘¡No me creo que todo tiempo pasado fuese mejor!’?.